Esto es el Musikkbinge . Se trata de un contenedor de 25m2 que sirve como una sala de ensayo. Está totalmente aislado acústicamente, considerando que la normativa debe ser bastante dura en cuanto a contaminación sonora. Aun así, existe la posibilidad de poder emitir el sonido al exterior cuando haga falta, como se puede apreciar en la foto, a través de unos parlantes. Esto es una salida para todos aquellos músico-emprendedores que se ven frustrados por la dificultad de poder ensayar sin molestar a los vecinos, muchas veces desistiendo en el intento.
Quisiera recalcar, que el Musikkbinge, además, es un ejemplo como respuesta a una imperativa que se ha convertido en un problema: La falta de uso del espacio público.
En ciudades del primer mundo, donde la normativa es asfixiante y muchas veces instransigente, el espacio público o el "public domain" quedan reducidos a escenografías dirigidas por la administración local. El hecho de que el espacio público no responde a los intereses de los ciudadanos, es una desafortunada realidad.
La diversidad en la población es sin duda cada vez mayor, y los intereses individuales son cada vez más fáciles de garantizar, puesto que la personalización de los medios así lo permiten.
El espacio público responde al pro-comun, el espacio virtual al interés individual. La confrontación de estas dos plataformas, la física y la virtual, parece apuntar a que es mucho más cómodo y apetecible utilizar la plataforma virtual como ESPACIO. Será posible garantizar el uso del espacio público sin que responda a intereses individuales?
El musikkbinge es un espacio especializado dentro de un espacio público. Sin duda, creo que responde a ese punto de fricción, entre el interés individual y el pro-común. Es un ejemplo de que el espacio físico aún permite muchas posibilidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario